Mons. Scarrone fue obispo durante casi 39 años, primero auxiliar de Montevideo (1982- 1987), desde 1987 a 2008 obispo de Florida y, desde entonces, obispo emérito de esa Diócesis. En la Conferencia Episcopal del Uruguay (CEU) ocupó la presidencia en dos períodos y desempeñó otras cargos de responsabilidad así como en el CELAM. Antes de su ordenación episcopal fue, durante una década, rector del Seminario Mayor Interdiocesano Cristo Rey.
Mons. Scarrone nació en Montevideo el 18 de abril de 1931 en el seno de una familia católica.
Desde niño sintió el llamado de Dios para servirlo en su Iglesia y, siendo muy joven, ingresó al Seminario. Desde entonces ha consagrado su tiempo a la oración y el acompañamiento de comunidades y todas aquellas personas que se han acercado a él buscando una palabra de consuelo y aliento.
Fue ordenado sacerdote con 24 años, el 24 de setiembre de 1955, y en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen (Aguada) dio sus primeros pasos en el ministerio como Vicario Parroquial. Luego se desempeñó como Párroco en la Parroquia Nuestra Señora de los Dolores (Reducto), animador de la Acción Católica, y encargado de Vocaciones en la Arquidiócesis de Montevideo.
El “aggionarmento” del Concilio Vaticano II lo encontró activo y comprometido con el nuevo impulso bíblico, catequético y pastoral. Luego pasaría a desempeñar por 17 años responsabilidades como formador y rector del Seminario Mayor Interdiocesano Cristo Rey, habiendo coordinado la construcción del actual edificio que alberga aún hoy a los seminaristas de todo el país.
A los 51 años, el 12 de diciembre de 1982, fue ordenado obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Montevideo. El 15 agosto de 1987 asumió el Obispado de Florida y en poco meses recibía a San Juan Pablo II en el Estadio Campeones Olímpicos en el marco de su primera visita a Uruguay.
En la CEU ocupó la presidencia en dos períodos: 1991-1994 y 1997-2000 y la vicepresidencia de 2003 a 2006 y de 2006 hasta abril de 2008. En su carácter de vicepresidente fue en esos períodos el administrador de la CEU.
Además desempeñó en diferentes momentos la presidencia de las Comisiones del Clero, del Diaconado Permanente, de Animación Bíblica de la Pastoral, y de Pastoral Popular y del Departamento de Vocaciones y Ministerios. Integró la comisión de obispos para el Seminario Interdiocesano Cristo Rey, la Universidad Católica del Uruguay, y fue suplente del obispo delegado al CELAM.
Fue durante su presidencia en la CEU que, en el año 2000, tuvo lugar el IV Congreso Eucarístico Nacional en Colonia del Sacramento y la gran peregrinación de uruguayos a Roma por el Gran Jubileo, en el marco de la cual le dirigió un mensaje al papa san Juan Pablo II ante una plaza San Pedro colmada de fieles de todo el mundo.
Comenzó una actividad pastoral intensa en la Diócesis, compartiendo con las comunidades la fe, varias veces, en visitas pastorales y en sus múltiples llegadas de cercanía y acompañamiento. La construcción de la Casa de Retiros Jesús Buen Pastor y de otras instalaciones para la evangelización en Florida y Durazno demandaron su energía y optimismo para llegar a buen término las iniciativas.
En 2008, tres años después de haber presentado renuncia por edad, recibió a Mons. Martín Pérez Scremini como obispo de Florida y pasó a ayudar en las tareas pastorales desde su nuevo rol de obispo emérito. Desde entonces ha sido un referente en la escucha y el ministerio de la Reconciliación para laicos, consagrados y sacerdotes